Aumento de los gases de efecto invernadero
Mientras que las emisiones de la quema de carbón disminuyen, las de otros combustibles fósiles continúan aumentando.
A pesar de décadas de advertencias de los científicos sobre los peligros del cambio climático, el mundo está en camino de alcanzar un nuevo récord de emisiones de dióxido de carbono que calientan el clima debido a la quema de combustibles fósiles.
Para finales de año, los combustibles fósiles habrán inundado la atmósfera con unos 36.800 millones de toneladas métricas de CO2 en 2019, lo que supone un aumento con respecto a los 36.570 millones de toneladas de 2018, sugún los datos mensuales de emisiones comunicados por las distintas regiones y estimados para cada una de ellas. Y el uso creciente de petróleo y gas natural significa que esos niveles de emisiones probablemente seguirán aumentando.
Aumento de las energías renovables
Muchos países están aprovechando las energías renovables. Sólo en Estados Unidos, la generación de energía eólica aumentó alrededor de un 8% en 2019 a partir de 2018, mientras que la energía solar aumentó un 11%. Pero esa tendencia no ha sido suficiente para detener las emisiones globales que están impulsando el cambio climático, derritiendo los casquetes polares y acelerando los huracanes.
La mayoría de las energías renovables que se están construyendo hoy en día no están desplazando al carbón y a otros combustibles fósiles, sino que simplemente están añadiendo nueva energía. Se abogan por políticas climáticas globales que reduzcan directamente el uso de combustibles fósiles, como la retirada de las centrales eléctricas de carbón y el despliegue de tecnología que desvíe el carbono de la atmósfera.
Disminución del uso de carbón
Los combustibles fósiles son cuatro: petróleo, carbón, gas natural y gas licuado del petróleo. El carbón es un combustible fósil del que se puede obtener energía con facilidad mediante la combustión.
El carbón es el único combustible fósil que ha mostrado un indicio de disminución. El uso mundial de carbón ha bajado ligeramente, un 0,9% en 2019, con una caída del 10,5% en Estados Unidos y del 10% en la Unión Europea. Pero el uso global de gas natural y petróleo aumentó 2,6% y 0,9% respectivamente, cancelando el beneficio de la disminución marginal del carbón.
Las emisiones de Estados Unidos y la Unión Europea de combustibles fósiles pueden estar disminuyendo, pero Estados Unidos y Europa todavía producen mucho más CO2 per cápita que otros países. Estados Unidos produjo alrededor de 16,6 toneladas métricas de CO2 por persona en 2018, en comparación con 7 toneladas métricas por persona en China y 6,7 toneladas métricas por persona en Europa.